Ir al contenido

Estoy compartiendo esta historia para que otros puedan beneficiarse, pero primero algunos antecedentes. Su hija de 61 años, que es enfermera jubilada, acompañó a la paciente, de 86 años, a mi consultorio. La madre había caído de espaldas sobre una acera de cemento y no podía moverse. Su médico, el Dr. Kern, estaba de vacaciones. Tenía tanto dolor que no pude realizar ningún rango de movimiento ni pruebas ortopédicas. No podía moverse lo suficiente como para vestirse para las radiografías. La radiografía reveló fracturas comprimidas de T-12 y L-1; sin embargo, no tenía hematomas.

Puse el Infratónico transductor directamente sobre el sitio del dolor durante 20 minutos a temperatura baja. Luego la programé para la siguiente cita y les envié la máquina a casa con instrucciones específicas. Llamé a la paciente diariamente para monitorear su progreso. La caída se produjo tres días antes de su primera cita. En ese tiempo no podía comer ni dormir. Su sistema digestivo pareció fallar, ya que informó estar estreñida. Esta experiencia ha reavivado mi respeto por la Infratónico. También ha generado más referencias. Sólo quería compartir esto "Infratónico momento” contigo.

Por cierto, la paciente vino a mi consulta la semana pasada porque estaba haciendo un crucero de 12 días por el Caribe y quería una sesión con el Infratónico por su rodilla. Hace dos meses se había fracturado una vértebra. Es realmente una herramienta asombrosa en cualquier proceso de curación.

-Roger D. Stock, DC (Pittsburgh, Pensilvania)

Volver arriba