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Una mujer de 44 años, un milagro de supervivencia que ha soportado una comunicación interventricular de por vida (reparada quirúrgicamente en 1991) con un marcapasos. Después de tres años de eficaz terapia de masaje, iniciada en 1998, cada tres semanas en el domicilio del paciente, durante la cual el paciente desarrolló una mayor autointegración emocional, física y espiritual, el Infratónico se introdujo en abril de 2001 en el protocolo terapéutico.

En cada sesión de dos horas (cada tres semanas durante casi un año de atención domiciliaria) el Infratónico Se colocó, después de barrer todo el cuerpo, en la parte anterior y posterior del tórax dependiendo de si el paciente estaba en decúbito supino o prono. En ocasiones la colocación era en la zona lumbar, en el cuello y en ocasiones en las rodillas y los pies. Después del tratamiento, el paciente también sostendrá el transductor en la frente, la sien o las áreas suboccipitales durante algunos minutos. No se produjo interferencia en el marcapasos ni reducción en el nivel de comodidad del paciente, que de hecho aumentó con el uso del Infratónico. El trabajo terapéutico de este año se centró en la mejora física de la persona, es decir, la estructura ósea y sus inserciones, especialmente el esternón y la caja torácica, que fueron cortados y retraídos traumáticamente durante una cirugía a corazón abierto en 1991.

Terapéuticamente, a lo largo de los años, los tejidos del cuerpo recibieron estímulo para liberar viejos traumas y reconocer un estado actual de salud y bienestar. Cada sesión con el Infratónico trajo cada vez más liberación de memoria física guardada durante mucho tiempo. Durante los últimos tres meses, desde marzo de 2002, el paciente ha sentido el valor de venir a la clínica cada tres semanas para aprovechar el equipo especializado que proporciona movimiento durante los procesos terapéuticos y de ajuste. El Infratónico se utiliza en la parte anterior y posterior del tórax como durante la terapia casera anterior, con el beneficio adicional de que el movimiento de la columna contribuye a una mayor movilización de los tejidos del cuerpo y estímulo a los receptores neuronales del cuerpo. También se ha brindado asesoramiento nutricional a lo largo de los años, con excelentes resultados y el compromiso de la paciente de seguir mejorando su salud.

A lo largo de este tiempo, a medida que el paciente ha podido experimentar una autoconciencia más positiva y un nuevo marcapasos le ha proporcionado más resistencia, ha surgido un mayor nivel de función integradora que proporciona una mayor vitalidad y mayores expectativas personales. En su visita más reciente a la clínica, esta paciente resplandecía cuando dijo con convicción: “¡Estoy tan profundamente feliz!”. Las mejoras musculoesqueléticas y biomecánicas en este paciente han florecido, especialmente durante este tercer mes de atención integradora completa en la clínica, junto con terapia nutricional crítica. "¿Has crecido más alto últimamente?" es una pregunta que ella ha escuchado. Con su postura erguida, mayor proyección energética y una nueva vitalidad exterior visible –aspectos de la vida que nunca había tenido debido a la insuficiencia cardíaca prequirúrgica y los procesos de recuperación postquirúrgicos– ha comenzado a definir horizontes más amplios de su nueva vida.

-Mary Berry, DC (Richland Hills, Texas)

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