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Me levanté de mi escritorio y de alguna manera mi pie no fue como lo hizo mi cuerpo. Me torcí la rodilla y todo el peso de mi cuerpo cayó sobre ella torcida. El dolor fue tan intenso que vi estrellas y sentí náuseas. Mis compañeros de trabajo me ayudaron a volver a sentarme en la silla. Me pusieron hielo en la rodilla y me dijeron que me sentara allí un rato, levanté el pie y dejé el hielo encima. Al final del día, me sentía mejor, así que cuando llegué a casa comencé a limpiar con mi barredora. Bueno, hice exactamente lo mismo que había hecho en el trabajo, y bajé, solo que esta vez ¡bajé!

Llamé a mi vecina y le conté mi situación. Judy puso el Infratónico máquina sobre mí durante dos horas. Al cabo de dos horas, me puso hielo en la rodilla, la vendó y me dio una muleta. Regresé dos días más e hicimos exactamente lo mismo. En tres días podía caminar sin hinchazón y con muy poco dolor. La radiografía de tres días mostró sólo un pequeño hematoma en la rodilla. Conozco a otras personas que hicieron lo mismo que yo y necesitaron cirugía. Estoy muy agradecido por el Infratónico máquina. Incluso el médico cuando miró la radiografía quedó asombrado. Yo uso el Infratónico en mis clientes de Reiki y en mí. No quisiera quedarme sin uno en mi vida. Cuento todo sobre sus maravillas.

-Donna Gilbert, Terapeuta de Reiki (Niles, OH)

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