Ahora, estoy en un nivel de paz que mi mente y mi cuerpo nunca han conocido. Las cosas que solían 'dispararme' son simples observaciones ahora. Me he dado cuenta de que cuando hay un sonido fuerte e inesperado, no obtengo el tirón que solía tener. Tratar con problemas emocionales intensos ya no me molesta ni agota. La depresión intermitente no ha regresado (ha pasado más de un año). Nunca supe que la vida cotidiana podría ser tan fácil y pacífica. Estoy por siempre agradecido por los inventos de Richard Lee.