Nuestro gato estuvo atrapado debajo de la puerta automática del garaje durante unos 45 minutos. Cuando lo descubrieron, estaba en estado de shock, con los ojos desorbitados, la lengua colgando de un lado de la boca y apenas respirando. Mi esposo y yo nos quedamos despiertos toda la noche y usamos la máquina Chi en su espalda, la encendimos durante 15 minutos, luego la apagamos durante 15 minutos y repetimos. También usamos los movimientos de barrido de vez en cuando. A la mañana siguiente se puso de pie con dificultad, pero ha mejorado constantemente. Durante los siguientes dos años, cuando veía a nuestra hija usando la máquina, saltaba en su regazo y aceptaba cualquier tratamiento que se le ofreciera. No era un gato faldero antes, por lo que esto era muy perceptible.

-Elizabeth A. Lare