La mecánica de los propósitos de Año Nuevo

Una resolución no es lo que piensas. Muchos creen que las resoluciones son como galletas de la fortuna, simplemente cosas que sería bueno tener, o tal vez un deseo mágico concedido en Año Nuevo. De hecho, no es algo que se te ocurra simplemente. Es un cambio fundamental en tu Voluntad en el nivel más profundo de tu inconsciente. Es este nivel inconsciente tuyo el que causa las sincronicidades o Ley de Murphy que dan forma a tu vida.

En estas crisis de la vida, nuestras prioridades pueden cambiar a un nivel muy profundo y descubrimos que estamos resueltos a cambiar nuestras vidas. Es imparable. Nuestra vida tal como era no puede continuar. DEBE cambiar.

Se puede realizar en cualquier momento. Sin embargo, requiere que examinemos nuestras vidas profundamente, comparando nuestro pasado con nuestro futuro deseado. Si descubrimos que no podemos vivir con un futuro que repita nuestro pasado, sentiremos una disonancia cognitiva sustancial, dolor interno, a medida que se destruyan las mentiras reactivas en nuestro subconsciente.

El gran desafío suele ser la crítica interior, esa voz o empujón insistente de nuestro inconsciente que nos empuja a repetir errores del pasado. Las resoluciones suelen fracasar porque entran en conflicto con la poderosa programación inconsciente de nuestro crítico interior. Para que prevalezcan las resoluciones, es necesario reprogramar el crítico interno. Ésta es una tarea desalentadora.